viernes, 23 de marzo de 2012

Personal médico no está capacitado para la atención de la salud de personas LGBT

Buenos Aires – (SentidoG.com)

Transitando la segunda década de un milenio que parece privilegiar la diversidad en todas sus dimensiones, los profesionales de la salud, no obstante, continúan experimentando dificultades para relacionarse adecuadamente con pacientes LGBT, diagnosticarlos y brindarles un tratamiento.

Una manera efectiva de demostrar esta debilidad profesional es, por supuesto, a través de la opinión de los pacientes LGBT. Uno de los estudios más exhaustivos (http://www.witeckcombs.com/news/releases/20050311_mautner.pdf) al respecto data del año 2005 y fue desarrollado por una organización dedicada a la salud de mujeres lesbianas de Estados Unidos. Entre otros importantes resultados, se destaca que el 22% de pacientes autodefinidos como lesbianas, gays o bisexuales denunciaron algún tipo de discriminación en consultorios, hospitales y centros de salud.

Más allá de la actitud personal de cada profesional, existe consenso en cuanto a una seria falencia en la formación universitaria. Durante el 2011 se publicó un estudio que analiza contenidos (http://jama.ama-assn.org/content/306/9/971.short) relacionados con la salud LGBT en los planes de estudio de 132 universidades canadienses y norteamericanas. El mismo fue desarrollado por la Journal of the American Medical Association (JAMA) y concluye que el tiempo promedio dedicado a este tipo de capacitación es de 5 horas, durante los 4 años de carrera.

Las autoridades que regulan la formación académica norteamericana se encuentran, no obstante, conscientes de esta problemática. En el año 2007, la Association of American Medical Colleges (AAMC) recomendaba que el plan de estudios de Medicina “incorpore el conocimiento, las habilidades y las aptitudes necesarias para promover la comprensión y la excelencia en el cuidado de pacientes LGBT”. Sin embargo, en 2011, el Institute of Medicine (IOM) y el Department of Health and Human Services (HHS) reconocían la falta de capacitación en estos aspectos, inclusive en aquellos profesionales más destacados.

¿Cómo formar, entonces, a los futuros médicos? Tal vez podamos hallar una primera respuesta en los resultados de un estudio desarrollado en 2006, con el objetivo de analizar la habilidad de estudiantes de medicina para cuidar a pacientes LGBT (https://www.stfm.org/fmhub/fm2006/january/nelson21.pdf). Las conclusiones indicaron que aquellos estudiantes de 3º y 4º año que realizaron más prácticas con pacientes lesbianas, gays, bisexuales y trans desarrollaron una actitud más positiva y mejoraron su relacionamiento. Además, estos estudiantes obtuvieron un mayor conocimiento de la salud LGBT y demostraron más seguridad para el proceso de diagnóstico.

Fuente: Andrew Silapaswan (Huffington Post)

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